Capítulo1 Divorcio
"Imagínate si Norah nos sorprendiera aquí, en su cama. ¿Crees que se enojaría tanto que lloraría?", preguntó la mujer con un tono coqueto.
"Esta no es su cama. Después de todos estos años, ni siquiera la he tocado. Siempre duerme en la habitación de invitados de al lado", resopló el hombre.
"Derek, eres tan bueno conmigo...".
Sus suaves murmullos se mezclaron con sus respiraciones agitadas.
En la habitación tenuemente iluminada, un hombre y una mujer compartían momentos afectuosos en una espaciosa cama.
Encima de ellos, adornando la prístina pared, había una foto de una novia con una expresión alegre.
En la puerta, una joven se tapó la boca con las manos mientras las lágrimas corrían por su rostro.
Después de un rato, su momento íntimo terminó.
Derek Carter se puso sus pantalones cortos para ir a servirse un vaso de agua. Un destello de sorpresa se apoderó de su rostro cuando encontró a Norah Wilson sentada en la sala de estar.
Se preguntaba cuándo había regresado y qué habría escuchado.
"¿Lo oíste todo?", preguntó casualmente después de recostarse en el sofá con un vaso de agua.
Había chupetones en su delgada figura, pero no le importaba si Norah los veía o cómo se sentiría. Simplemente bebió un sorbo de agua.
"Firma esto". Derek sacó una carpeta de un cajón y la arrojó sobre la mesa. "Como es posible que lo hayas oído todo, no tiene sentido que prolonguemos este asunto".
Norah agarró tímidamente el documento y leyó las palabras "Acuerdo de divorcio" en la página inicial. Cuando fue hasta el final, vio la firma con estilo de Derek Carter.
"Puedes revisarlo. Si quieres agregar un término, avísame. De lo contrario, fírmalo", ordenó Derek.
Luego, se reclinó y encendió un cigarrillo. El humo nubló su indiferente expresión.
"¿No puedes darnos otra oportunidad?". Norah tenía la cabeza gacha y la voz áspera por las lágrimas. Su elegante flequillo caía sobre los bordes oscuros de sus gafas, resaltando su triste mirada.
Desde que formó parte de la familia Carter, se había dedicado a Derek para tener un futuro lleno de felicidad.
Sus manos se apretaron cuando recordó al chico que la había protegido de una tormenta de nieve, deseando tener incluso la más mínima esperanza de permanecer a su lado.
"No seas tan patética, Norah. Tú sabes lo que pasa entre Madeline y yo. ¿Por qué te aferras a seguir siendo mi esposa? Ten un poco de dignidad". Derek dejó caer la ceniza en la bandeja impacientemente. "Nuestro matrimonio nunca fue más que un acuerdo por conveniencia".
Norah sintió que su corazón daba un vuelco. Era Madeline Powell a quien Derek realmente amaba. Finalmente lo entendía.
Norah se encorvó y jugueteó con el dobladillo de su ropa. Ahora se dio cuenta de que, cuando Madeline aparecía, la atención de Derek cambiaba por completo hacia ella.
Hacía años, Madeline se fue al extranjero y Derek la persiguió, pero terminó en un trágico accidente automovilístico que lo dejó inconsciente.
Se suponía que se casaría con Luna Wilson. Pero ella se involucró con otro hombre y tuvo un hijo, así que los Wilson ofrecieron a Norah como novia sustituta. Norah ocupó el lugar de Luna y se convirtió en la esposa de Derek.
Durante su matrimonio, se dedicó a cuidarlo y cortó casi todos los lazos con su vida anterior por él. Incluso abandonó sus pasiones, como el diseño, las carreras de autos, la cirugía médica y la codificación, para concentrarse únicamente en su esposo.
Cuando Derek despertó de su coma un año atrás, Norah siguió cuidándolo incansablemente y permaneció a su lado sin falta. Pero él pareció cegado por su ternura cuando Madeline regresó del extranjero.
A pesar de dos años de matrimonio y cuidados, Norah tenía que admitir que no había logrado conquistar el corazón de Derek.
Al no recibir respuesta, Derek no pudo evitar fruncir el ceño y estudiar a la mujer sentada frente a él.
Norah era innegablemente atractiva, incluso con su espeso flequillo y sus grandes gafas, pero a menudo descuidaba su apariencia y se veía desaliñada. Además, tenía una personalidad demasiado reservada.
Cuando Derek despertó del coma, Norah estuvo a su lado las veinticuatro horas del día, pero aun así él no sentía ninguna conexión emocional con ella, solo la encontraba increíblemente aburrida.
Sus constantes cuidados y atenciones, así como su aspecto mundano y su rutina, eran tan monótonos como el agua. A Derek todo le parecía bastante aburrido.
Reconocía el papel de Norah como cuidadora experimentada de la familia Carter durante esos dos años, pero nunca sintió que fuera adecuada para ser su compañera.
Mientras apagaba otro cigarrillo, agregó casualmente:
"Esta es la residencia de los Carter...".
Al interrumpirse, notó que Norah seguía con la cabeza gacha. La tristeza en su postura lo irritó.
"Soy consciente de tu miseria con los Wilson, así que te daré tres villas y treinta millones después del divorcio. Puedes elegir cualquier auto del garaje. Eso debería garantizarte una vida cómoda", ofreció Derek.
No olvidaba el diligente cuidado de Norah mientras estaba postrado en cama y su compañía durante sus posteriores ejercicios de recuperación.
Aunque no sentía ningún afecto por ella, estaba dispuesto a ofrecerle un acuerdo generoso por sus años de dedicación. Le había dedicado los dos mejores años de su vida.
Derek se cruzó de brazos, y entonces Norah vio un pequeño tatuaje en su clavícula, empeorando su angustia. Era las iniciales MP. Madeline Powell.
Derek ya no tenía paciencia.
"Dadas las circunstancias, te daré un día para que lo pienses. Si no estás de acuerdo con los términos, puedes sugerir ajustes, pero no vayas demasiado lejos. No soy conocido por ser paciente...".
"No es necesario que lo piense". Norah agarró el bolígrafo de la mesa y escribió su nombre en los papeles de divorcio. "Empacaré mis cosas y me iré. Ya no me interpondré en tu camino".
Derek le dio un asentimiento.
"Me alegra escuchar eso".
Derek apreciaba que Norah siempre cediera, como una sirviente que nunca cuestionaba sus decisiones. Un ejemplo era ese mismo día, pues podría haber causado un escándalo, pero mantuvo la paz.
En su opinión, su comportamiento era demasiado aburrido. Tenía miedo de que estar cerca de alguien tan corriente pudiera contagiarlo eventualmente. El amor, después de todo, no era algo que pudiera forzarse.
Justo cuando estaba a punto de decir algo sobre el contrato, Madeline salió elegantemente, vestida con una camisa blanca.
Apenas le cubría sus muslos y solo había un par de botones abrochados, exponiendo mucha piel.
Su cabello estaba húmedo, por lo que la camisa se pegaba ligeramente a su piel, haciendo de su apariencia mucho más atractiva.
Al escuchar unos pasos, Norah se dio la vuelta y vio a Madeline usando lo que inmediatamente reconoció como la camisa de Derek, una que ella había elegido para él.
Sus miradas se encontraron. Madeline le dedicó una sonrisa engreída y burlona.
Pero cuando Derek siguió su mirada, ella se apresuró a ocultar su sonrisa.
"Norah, por fin nos conocemos. Soy Madeline Powell". Madeline se acercó a Derek y se sentó a su lado. "Derek te menciona a menudo", dijo apoyándose sobre su hombro. "Es un placer conocerte".
Norah bajó la mirada y no respondió.
Madeline le dio un codazo a Derek en broma.
"Escuché que le darás tres villas a Norah. ¿No sabías que yo quería la villa cerca del lago? ¿Por qué se la prometiste? ¿Ya no me amas?".
Siendo indulgente con los deseos de Madeline, Derek se volvió hacia Norah.
"Te daré otra villa".
Norah lo miró a través de sus gafas.
"¿Pero no dijiste que esa era para mí?".
Madeline hizo un puchero.
"Derek...".
El rostro del hombre mostró un destello de molestia.
"Norah, ¿no entiendes lo que acabo de decir? Tómalo como un favor. Si no quieres realizar cambios, por favor, abstente de hacer solicitudes".
Capítulo2 Dale una lección
"Norah, deseo con todo mi corazón esa villa junto al lago. Elige otra para ti. Siempre he soñado que ese sería mi nuevo hogar con Derek", confesó Madeline mientras se acurrucaba más en sus brazos. "Ha sido mi deseo desde hace mucho".
Derek sintió nostalgia ante sus palabras.
Norah lanzó una suave risa.
"¿Qué te ríes?", preguntó él.
Madeline se acurrucó junto a Derek. El escote abierto de su camisa revelaba mucho de su suave piel. Mientras giraba distraídamente un mechón de su cabello, quiso llamar la atención del hombre, quien apoyó una mano sobre su hombro.
"Me estoy riendo de lo tonta que fui", contestó Norah gélidamente.
Sin dudarlo, agarró el vaso de agua de Derek de la mesa y los empapó a los dos. La repentina cascada los dejó perplejos.
"Norah, ¿has perdido la cabeza?", espetó Derek.
Norah se puso de pie.
"Señor Carter, pensé que eras un hombre de palabra. Ya que me hiciste una promesa, cúmplela. De lo contrario, admite que eres un pésimo hombre que rompe su palabra".
Madeline estaba acostumbrada a la indulgencia de Derek, por lo que tenía un temperamento feroz. Simplemente fingía vulnerabilidad y sumisión para ganarse el afecto de los hombres.
Pero ahora estaba tan molesta que se levantó y empujó fuertemente a Norah.
"Ya se te ha mostrado suficiente indulgencia. ¿Crees que puedes hablarnos así? ¿Quién te crees que eres? ¿Cómo te atreves a tratarnos a Derek y a mí con tan poco respeto?".
Luego, volvió a buscar refugio en los brazos del hombre.
"Derek, Norah ha cruzado el límite. ¡Dale una lección!". Mirándolo lastimosamente, imploró: "Mira, mi cabello y mi ropa están empapados".
Su camisa blanca se pegaba a ella, resaltando su elegante figura.
Norah los observó con calma, como si presenciara un espectáculo circense.
"Yo no pedí esas villas y propiedades. La familia Carter es bastante adinerada, pero todavía duda ante asuntos tan pequeños. Lo entiendo, piensas que no lo merezco", declaró con un tono burlón pero carente de amargura.
No obstante, Derek sintió un cambio profundo en la actitud de Norah.
Con la mandíbula apretada, se secó el agua del rostro antes de volverse hacia Madeline.
"Tengo muchas villas a mi nombre. Elige otra que te guste y será tuya".
Pero la furia de Madeline hacia Norah latía a fuego lento. Además de Derek, nadie se había atrevido a faltarle el respeto de esa manera. La idea de que la exesposa no deseada de Derek actuara de esa manera era insoportable.
Así que la fulminó con la mirada.
"Entonces, ¿entregarás esa villa o no?".
"No", respondió Norah firmemente.
Un estruendo resonó cuando Madeline le dio una fuerte bofetada.
"¿Cómo te atreves? Sin Derek, no eres nadie en la familia Wilson. ¡Solo eres una bastarda!", bramó Madeline.
El rostro de Derek se ensombreció, pero no tardó en recuperar la calma.
"Madeline, no te enfades por ella".
Norah se tocó la mejilla e hizo una mueca por el ardor de la bofetada. Probando la sangre, le dio una mirada fulminante a la otra mujer y susurró:
"Te faltan modales...".
Madeline buscó refugio en los brazos de Derek.
"Tengo a Derek a mi lado", se jactó. "¿Qué tienes tú? No eres más que un perro callejero que ya no quisieron más. ¡Ah! ¡Norah!".
Norah le arrojó un jarrón. Este se estrelló contra el suelo cerca del sofá, rompiéndose en pedazos.
"Si tienes ganas de ladrar, puedes hacerlo", agregó mientras se acercaba. Luego, agarró a Madeline por el cabello para obligarla a mirarla y la abofeteó ferozmente.
Madeline se puso a gritar.
"¡Derek!".
Derek, sintiendo que Norah se había excedido, se enojó pero se contuvo.
Después de liberar a Madeline, Norah retrocedió un paso.
"Los dejaré en paz. Espero que encuentren alegría, tengan muchos hijos y estén juntos para toda la vida".
Norah salió de la residencia de Derek mientras escuchaba a lo lejos los sollozos de Madeline.
Cuando la puerta se cerró de golpe, esta empezó a gritar indignada.
"Derek, ¿puedes creer lo que Norah acaba de hacer?", se quejó. "Nos mojó y me abofeteó. Tienes que darle una lección...".
"¡Suficiente!", la interrumpió él. Masajeándose las sienes, suavizó su voz. "Norah y yo estamos divorciados. No quiero seguir enredándome con ella. Cumpliré tus deseos, Madeline. Pero cálmate, por favor".
Con un puchero, ella se acurrucó en el abrazo de Derek.
"El comportamiento de Norah hacia ti me irrita", murmuró con frustración. "Siempre has mencionado lo dócil que es, pero hoy fue todo lo contrario. Estaba muy agresiva".
Derek recordó a Norah agarrando la taza para echarle agua, así como la mirada fría que le dirigió a Madeline cuando la abofeteó. Era un lado suyo que nunca había presenciado antes. Fue entonces cuando se dio cuenta de que no la conocía bien. Su impresión de ella solo se basaba en su obediencia.
Al salir, Norah vio un sedán negro esperándola en la puerta. El conductor la saludó con respeto.
"Señora Norah Carter, la señora Juliana Carter solicita su presencia".
Ella estaba sorprendida y no sabía qué hacer, pero aun así entró al vehículo sin pensarlo dos veces.
Pronto el auto se detuvo frente a una enorme villa. Era la mansión de los Carter, la residencia de los abuelos de Derek.
"Señora Norah Carter...", saludó el mayordomo y llevó a la aparentemente preocupada Norah al interior.
Parecía querer seguir conversando, pero finalmente decidió permanecer callado.
"La señora Juliana dice que no la ve desde hace mucho. La cena aún no está servida, así que podría pasar tiempo con ella antes de cenar".
Norah bajó los ojos y no dijo nada. Tenía la sensación de que Juliana quería convencerla de que reconsiderara el divorcio.
La mansión solía ser muy tranquila, ya que solo era habitada por los abuelos de Derek. Pero esta cobró vida cuando Juliana, la abuela de Derek, notó la llegada de Norah y la invitó calurosamente a acercarse.
"Norah, siéntate aquí".
Norah se instaló y la saludó con una sonrisa a pesar de su confusión.
Juliana agarró su mano.
"No me has visitado en mucho tiempo", dijo ansiosamente.
"¿Cómo va todo con Derek?".
Norah supuso que la anciana la estaba poniendo a prueba. Dudaba que no supiera sobre el regreso de Madeline.
Con aplomo, declaró:
"Derek piensa que deberíamos divorciarnos. Acabo de firmar el acuerdo de divorcio para dejarle el paso libre a Madeline".
"¿Madeline?", repitió Juliana tajantemente. "Sus acciones hicieron que Derek sufriera ese accidente. ¿Cómo se atreve a regresar a su vida? No te preocupes, yo te prefiero a ti sobre esa mujer. ¿Existe alguna posibilidad de que reconsideres el divorcio?".
"¿Divorcio? ¡Quizás sea lo mejor!". Sharon Carter, la madre de Derek, se acercó con una sonrisa. Su presencia irradiaba sofisticación y encanto mientras se movía con seducción.
Juliana se puso furiosa.
"¡Camina bien! ¿Por qué te comportas así? No tienes modales".
Sharon se sorprendió ante su reprimenda y su expresión se volvió incómoda. Mirando a Norah, agregó con tono gélido:
"Menos mal están divorciados. Derek se iba a casar con Luna Wilson, la hija mayor de los Wilson. ¿Pero qué pasó? Luna fue tan desvergonzada como para involucrarse con otro hombre y terminó embarazada.
En todos estos años viviendo en Glophia, nunca escuché que la familia Wilson tuviera otra hija. Me pregunto de dónde salió esta mujer. ¿No ha disfrutado de suficiente riqueza y prosperidad siendo la esposa de Derek durante dos años?".
Capítulo3 Cambio de imagen
Norah agarró la mano de Juliana. Su expresión se iluminó con una sonrisa, como si ignorara los duros comentarios de Sharon.
"Parece que tienes un poco de tos. Estoy segura de que una sopa te ayudará a recuperarte. Le daré la receta al mayordomo más tarde".
Juliana siempre había apreciado su docilidad y sensatez, así que respondió calurosamente:
"Eres un ángel, Norah. No me estoy haciendo más joven y mi salud ha ido empeorando con la edad. Querida, tú eres la única que muestra tanta preocupación por mi bienestar".
Al verse ignorada, Sharon palideció.
"Oh, vamos", resopló. "¡Deja de fingir! Ahora que ya firmaste el acuerdo de divorcio, no es necesario que sigas actuando. ¿De verdad crees que permanecer cerca de Juliana te otorgará el derecho de seguir beneficiándote de nuestra familia?".
Antes de que Norah pudiera responder, la anciana intervino:
"Ella ha sido amable con todos nosotros desde que formó parte de esta familia. Estuvo al lado de Derek durante su coma y lo cuidó diligentemente. Sin mencionar que siempre nos ha tratado a ti y a mí con respeto. ¿Por qué ahora eres tan desagradecida, después de todo lo que ha hecho por nuestra familia en estos años?".
"¡Juliana! Norah no es más que una bastarda de los Wilson. ¿Por qué la defiendes?". Sharon dio un pisotón.
Luego, se volvió hacia Norah.
"¿Dije algo malo? ¿Cómo merece esta bastarda ser la esposa de Derek? Si tú y tu esposo no hubieran insistido en que ella se casara con Derek, jamás la habría aprobado. Además, ha vivido de la fortuna de la familia Carter todo este tiempo. Es comprensible que nos trate con respeto. ¿Por qué haces que parezca como si hubiera hecho algo grandioso? Tampoco ha concebido en todos estos años. Quieres bisnietos, ¿no? Apuesto a que Derek se divorció de ella por ese motivo".
El rostro de Juliana se volvió severo.
"Sharon, cuida tus palabras. ¿Cómo puedes decir semejantes estupideces?".
Aunque estaba sorprendida por su severidad, Sharon replicó:
"Solo estoy exponiendo los hechos. Es una suerte que no haya concebido, ya que eso podría haber complicado el divorcio. Cualquier hijo suyo sería tan desagradable como ella".
Juliana estaba perturbada por las palabras de su nuera, pero se limitó a agarrar la mano de Norah para tranquilizarla.
"Ignórala, Norah. Es una mujer grosera y malhablada. Por favor, no te precipites con el asunto del divorcio. Mientras respire, solo te reconoceré a ti como la esposa de Derek. Mi esposo y yo te apreciamos muchísimo. No te preocupes por la reacción de mi nieto. Concéntrate en llevarte bien con él y sigan viviendo plenamente juntos".
Sharon se veía bastante frustrada.
"Juliana, ¿qué te pasa? ¿Por qué tú y tu esposo siempre defienden a Norah? ¡Maldita sea! Norah, lo mejor es que aceptes que tú y Derek terminaron".
Norah alzó los ojos llorosos hacia Juliana.
"Basta de tonterías, Sharon", espetó la anciana, manteniendo la compostura. "No tienes voz ni voto en el matrimonio de Derek. No opines sobre ese asunto, y déjame resaltar una vez más que prefiero a Norah. Si no puedes hablar debidamente, sal de mi vista. ¡Ahora!".
El rostro de Sharon se enrojeció de furia y vergüenza. Tuvo que apretar los labios con fuerza para reprimir cualquier otra objeción.
Juliana volvió a centrar su atención en Norah:
"¿Qué piensas?".
Norah se encontró con su mirada. Las lágrimas rodaban por sus mejillas mientras luchaba por hablar.
"Yo... Te agradezco mucho, Juliana. Pero hoy encontré a Madeline y Derek teniendo sexo en lo que solía ser nuestra cama. Además, la indiferencia de Derek me ha dado a entender que no tiene sentido continuar con este matrimonio".
El rostro de Juliana se volvió de un blanco fantasmal y sus rasgos se arrugaron por la preocupación.
"La culpa es de Derek". Luego, agarró firmemente sus manos para consolarla. "Has soportado mucho durante todo este tiempo".
Norah permaneció callada. Un breve silencio se apoderó de la sala de estar.
De repente, se escuchó la fuerte voz de Sharon.
"¿La puta de Madeline ha vuelto? ¡Maldición! Voy a salir, Juliana. ¡Tengo que hacer que esa puta pague!".
Sharon agarró rápidamente su bolso y salió corriendo.
Norah se secó las lágrimas y esbozó una sonrisa de alivio.
"Estoy bien, en serio".
Juliana tenía el corazón apesadumbrado.
"Bueno, no te presionaré más. Pero visítame cuando tengas tiempo. Solo tu compañía me basta".
Las lágrimas se acumularon en sus ojos. Realmente se había encariñado con Norah y reconocía su importancia en la recuperación de su nieto.
Norah secó tiernamente las lágrimas de la anciana, apreciando la genuina bondad que le había mostrado.
"Lo haré. Bueno, tengo que irme. Por favor, deberías pedir a la criada que le prepare la sopa".
Norah se marchó sin mirar atrás, sin darse cuenta de la resolución en los ojos de Juliana.
Esta se secó los ojos y le indicó al mayordomo:
"Haz que Derek y los demás vengan aquí mañana al mediodía".
"Entendido", contestó él.
Cuando Norah salió de la mansión de los Carter, el chófer de la familia se acercó a ella.
"Señora, ¿adónde le gustaría ir?".
Sus modales seguían siendo educados, ya que todavía la consideraba la esposa de Derek.
Pero una vez que firmó el documento de divorcio, Norah comprendió que había roto sus lazos con la familia Carter.
Al mirar su teléfono, descubrió que había un mensaje nuevo.
Era de Joanna Andrews, su amiga.
"Norah, ¿estás disponible esta noche para acompañarme al club Glamour? Madeline ha regresado, así que Derek le organizará una fiesta de bienvenida. ¡Va a ser todo un espectáculo! Tenemos que hacer sentir nuestra presencia".
Norah le dio una respuesta breve.
"Cuenta conmigo".
Joanna envió varios signos de interrogación. La rápida aceptación de su amiga la tomó con la guardia baja.
"Estoy oficialmente divorciada", explicó Norah. "De ahora en adelante, estaré sola".
Joanna no respondió nada por un momento, pero luego envió un mensaje emocionado con una ráfaga de signos de exclamación.
"Norah, ¡¿dónde estás ahora?! ¡¡¡Iré por ti inmediatamente!!! ¡¡¡Solo dame diez segundos para llegar!!!".
Divertida ante el entusiasmo de su amiga, Norah le envió una ubicación y le indicó al conductor:
"Por favor, lléveme al Edificio Splendor".
Era un lugar conocido en Glophia por ser un lujoso centro comercial, con marcas de primer nivel de todo el mundo.
Al llegar, Norah fue recibida calurosamente.
"Noelle, me alegro mucho de verte. ¿Viniste para entregar los bocetos de diseño?".
El lujoso vestidor estaba repleto de impresionantes vestidos de alta costura, cada uno adornado con brillantes diamantes que reflejaban la luz.
Aaron Harvey, el diseñador de alta costura de Asodence, se acercó teatralmente a ella y la tomó del brazo.
"Me duele cada vez que te veo así. ¿Por qué escondes tu hermoso rostro? Eres la flor más exquisita, así que deberías florecer con valentía".
Norah parpadeó.
"Estoy de acuerdo, Aaron. ¿Puedes ayudarme con un cambio de imagen?".
Aaron esperó que Norah le diera excusas, así que estaba a punto de continuar con la persuasión, pero entonces se quedó paralizado.
"¡Espera! Tú... Noelle, ¿de verdad quieres tener una transformación? ¡Oh, por Dios! Acudir a mí fue la mejor decisión de tu vida".
Dejando de lado el tema de los borradores de diseño, Aaron la llevó a la silla de maquillaje.
"Quédate quieta. Te aseguro que serás una mujer deslumbrante cuando deje que tu belleza natural y tu irresistible encanto hagan su magia".
Aaron observó el sencillo atuendo y el cabello despeinado de Norah. Luego, comenzó entusiasmadamente su transformación con una brocha de maquillaje en la mano.
Cuando Joanna llegó al lugar, todavía seguían maquillando a Norah.
Como conocía a Aaron, fue a saludarlo y se sentó en una cercana silla de maquillaje.
"Norah, te felicito por tu regreso oficial a una vida despreocupada".
Capítulo4 Club Glamour
Norah le dio una sonrisa.
"Eres muy hábil con las palabras, Joanna".
"Oye, ¿no estabas enamorada de Derek?", preguntó ella con curiosidad. "¿Qué te hizo recuperarte y olvidar tu amor?".
"Acabo de encontrarlo con Madeline en la cama", explicó Norah con voz gélida.
Joanna se echó a reír.
"¿Tan desesperada está Madeline por estar con un hombre? Apenas ha regresado y ya se metió con el esposo de otra persona. Me pregunto cómo era su vida en el extranjero. Bueno, debo reconocer que tú y Derek ambos son demasiado dedicados al amor. Él estaba obsesionado con su primer amor y tú le eras completamente devota, a pesar de que nunca te correspondió. ¿Acaso el amor ciega tanto a la gente?".
La mente de Norah empezó a vagar. Hoy había sido la primera vez que vio a Madeline.
Solo había escuchado hablar de ella a través de Derek y el personal de la casa. Todos la describían como amable, empática, educada y tranquila, alguien que podía atraerlo.
Norah siempre había hecho de todo para cuidarlo, adoptando las supuestas características de Madeline, incluso tratando de parecerse a ella para llamar su atención.
Pero ser un reemplazo nunca era suficiente. Además, Madeline no era en absoluto la persona que ella había imaginado.
"Lo entenderías si alguna vez sintieras el amor", respondió sin mucho entusiasmo.
Joanna frunció el ceño.
"No quiero perderme en el amor, Norah. Prefiero estar alerta y a tu lado. Apenas nos vemos desde que te uniste a la familia Carter".
Tras su matrimonio, Norah se dedicó a Derek y a la familia Carter, dejando atrás su vida pasada y sus amistades.
"Norah, ahora que estás divorciada, ¿participarás en la carrera de la montaña Krusa en cinco días?".
"No", contestó ella rotundamente. "Hace dos años que no participo en carreras, así que estoy fuera de práctica".
Pero Joanna no parecía convencida.
"¿Fuera de práctica? Dame una excusa mejor la próxima vez. Dime, Norah, ¿todavía tienes esperanzas de regresar con el bastardo de Derek?".
Joanna quiso hablar mal de ese hombre, pero tuvo una idea.
"¿Recuerdas la carrera de hace tres años? Nocturne fue el único que pudo alcanzarte. Desde que te retiraste, ha conseguido el primer puesto en la carrera de Krusa durante los últimos dos años. Todos esperan que vuelva a competir este año. ¿No quieres verlo?".
La carrera de la montaña Krusa era un emocionante evento clandestino, una reunión de la élite joven y adinerada de Glophia que eran entusiastas de las carreras de autos. Ese evento era conocido por sus emocionantes carreras y atraía a una multitud fanática de los deportes extremos.
Para proteger la privacidad de los concursantes, cada uno recibía una máscara de los organizadores y usaba apodos durante la carrera.
Una peculiaridad era que el ganador podía pedirles a los perdedores que se quitaran la máscara.
Norah recordó la emocionante carrera de hacía tres años, en la que Nocturne se quedó por poco con el primer puesto por unos escasos tres segundos.
"Bueno, supongo que no hay nada de malo en echarle un vistazo", comentó con un brillo en los ojos.
Aaron se mostró interesado cuando escuchó sobre el divorcio.
"¿Estás divorciada, Noelle? Ese hombre no sabe lo que se perdió. Apuesto a que se arrepentirá de haber dejado a alguien tan valioso como tú. De todos modos, sobre esos borradores de diseño...".
Joanna se volvió hacia Aaron.
"Norah, ¿aún trabajas en diseños para BelleVogue? No me extraña que algunas de sus líneas de lujo se parezcan a tus creaciones".
Aaron sonrió orgullosamente.
"Noelle es una diseñadora de moda de primer nivel reconocida por la Asociación de Alta Costura. Es famosa en todo el mundo por sus diseños, los cuales están valorizados en precios altísimos. Afortunadamente, siendo cercano a Noelle, he sido el único que ha recibido sus creaciones en estos dos años".
Joanna puso los ojos en blanco.
"Todo esto es por el talento de Norah. ¿Qué tiene que ver contigo? Vamos, apúrate. Tengo que verme espectacular esta noche, al igual que Norah".
"Bueno, bueno. Relájate y me aseguraré de que ambas se vean fabulosas".
Una hora después, las dos amigas entraron al club Glamour.
En la pista de baile, unas luces vibrantes giraban e iluminaban todo el lugar. La música sonaba con emoción mientras la gente bailaba. Sus rostros brillaban de alegría entre el olor a alcohol y el humo.
El segundo piso ofrecía un ambiente más tranquilo. Ahí Norah se sentó en un sofá para beber su bebida, atrayendo miradas curiosas. Tenía puesto un pequeño vestido sin tirantes de color blanco plateado. Su cabello castaño estaba ligeramente rizado y caía sobre su espalda. La elegante curva de su cuello brillaba suavemente mientras inclinaba la cabeza para tomar un sorbo de su bebida.
"¡Ahí está mi Norah!", exclamó Joanna y se sentó frente a ella. "No te has reunido conmigo en todo este tiempo. ¡Y siempre te ponías esos vestidos formales en la residencia de ese idiota! ¿No te sentías asfixiada? Es tan bueno verte una vez más en tu elemento. ¡Me hace tan feliz!".
Norah siguió tomando su bebida en silencio.
A medida que el ardiente líquido se deslizaba por su garganta hasta su vientre, su cuerpo empezó a entrar en calor.
A pesar de que se había casado con un miembro de la familia Carter y lo atendía a diario, disfrutaba vestirse elegantemente y ponerse un maquillaje encantador. Pero Sharon y Kathy, la hermana de Derek, a menudo la criticaban por ser demasiado llamativa. Afirmaban que, como su esposo estaba postrado en cama, ella no tenía por qué vestirse tan extravagantemente.
Por el bien de Derek, Norah se dedicó por completo a cuidarlo, convirtiéndose en su constante enfermera.
Pero esos días habían quedado en el pasado. Ahora que se había liberado de la familia Carter, podía vestirse como quisiera, sin preocuparse por sus críticas.
Joanna miró su teléfono y alzó la mirada.
"Norah, ¿tienes algún plan para crear una escena en la estúpida fiesta de bienvenida de Derek para esa perra? ¿Te gustaría que traiga a algunas personas para hacer un escándalo?".
Norah miró fijamente el líquido dorado que se arremolinaba en su vaso mientras lo movía de a pocos.
"Vinimos aquí no solo por ellos, ¿verdad? Dime, ¿quién es la persona con la que me has citado?".
Joanna pareció sorprenderse y esbozó una sonrisa astuta.
"¿A qué te refieres, Norah? ¡Solo vinimos para agitar las cosas!".
"Este club le pertenece a la familia Morris, así que preferiría no hacerlos enojar", explicó ella. "Soy consciente de que la estúpida fiesta de Derek solo es una excusa. Entonces, contéstame honestamente. ¿Quién te buscó para llegar a mí?".
Su conversación fue interrumpida por el timbre de un teléfono. Joanna lo agarró a toda prisa y su rostro cambió.
"Tengo que responder", murmuró alejándose. "Vuelvo enseguida".
Norah notó la preocupación de su amiga y comprendió que tenía que atender algo urgente. Por lo tanto, asintió y dejó su bebida. El vaso tintineó ligeramente sobre la mesa.
Independientemente de los planes que se estuvieran haciendo a través de Joanna, Norah confiaba en que su amiga no se volvería contra ella.
"Hola, hermosa. ¿Estás sola? ¿Te importa si tomo una copa contigo?".
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